Las pérgolas bioclimaticas, dialogan en silencio con la naturaleza para ofrecerte un bienestar constante pese a las condiciones climáticas cambiantes. Incluso las más imperceptibles. Y con el mínimo derroche energético. El secreto reside en el techo de lamas orientables: al girarse y quedar ligeramente abiertas, crean una brisa ligera y agradable y protegen contra la luz directa del sol; cerradas protegen de la lluvia y el agua es conducida al sistema de evacuación integrado.